martes, 15 de octubre de 2019

I Congreso: "Deterioro de las aptitudes psicofísicas del conductor senior en el marco del envejecimiento activo: Seguridad vial y confidencialidad médica"


I Congreso: "Deterioro de las aptitudes psicofísicas del conductor senior en el marco del envejecimiento activo: Seguridad vial y confidencialidad médica"


Ha de tenerse presente que los avances médicos han provocado un aumento de la esperanza de vida de nuestros mayores. Este fenómeno se revela como una tendencia demográfica de las últimas décadas, perfilando las sociedades desarrolladas como comunidades fuertemente envejecidas y esto trae consigo una consecuencia incuestionable desde el punto de vista de la seguridad vial: cada vez son más los conductores mayores que siguen utilizando el automóvil pese a no reunir las facultades necesarias para ello. Esta realidad puede obedecer a dos circunstancias: la primera, que durante la vigencia del permiso o licencia de conducir y antes de solicitar su prórroga a través del procedimiento reglamentario establecido, el conductor senior haya sufrido la pérdida o disminución de sus aptitudes psicofísicas de lo que está sabedor el médico que lo atiende pero que guarda silencio por el deber de confidencialidad. La segunda, que en el marco del reconocimiento médico llevado a cabo por los Centros de Reconocimiento de Conductores, se haya conseguido un informe de aptitud positivo que no se compadece con las habilidades del conductor.

El presente congreso, "Deterioro de las aptitudes psicofísicas del conductor senior en el marco del envejecimiento activo: Seguridad vial y confidencialidad médica", tiene dos objetivos: por un lado, analizar el papel que están llevando a cabo los Centro de Reconocimiento de Conductores en el ámbito de la seguridad vial, y más concretamente, la eficiencia de sus controles a la hora de detectar la falta de aptitud para la conducción de los conductores senior. Por otro, determinar hasta qué punto están obligados los facultativos que tratan al paciente mayor a comunicar a las autoridades de tráfico las deficiencias detectadas que conozcan por razón de su oficio y que, a su juicio, comprometan las aptitudes de su paciente para desarrollar un conducción segura y eficiente, tanto para él y para los demás usuarios de la vía; si en aras de la seguridad de terceros, tal comunicación es posible sin que se comprometa la confianza del paciente, revelando datos de salud protegidos. Por tanto, queda claro la importancia del tema que se trata, sin que a nadie le resulte indiferente habida cuenta de que la realidad planteada se presenta en la mayoría de los núcleos familiares: padres, abuelos que no son capaces de comprender que su salud no les permite conducir y, al seguir haciéndolo, están generando un grave riesgo tanto para ellos como para los usuarios de la vía. No se trata de personas mayores que han perdido totalmente las habilidades cognitivas e intelectuales para las que el ordenamiento jurídico ofrece soluciones; al contrario, son sujetos de derecho capaces de gestionar su vida sin que la merma de las facultades para conducir afecte a su autonomía personal. Sujetos respecto de los que ningún tercero bienintencionado podría revelar datos sin la cobertura legal necesaria para ello.

Matrícula abierta del hasta 08/11/2019.






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